lunes, 14 de mayo de 2012

EPÍLOGO

Cumpliendo una cita en el Tiempo, presentamos el epílogo que conecta la novela Vampiros: Las Sagradas Escrituras con el siguiente libro que aparecerá en Octubre de 2012, El Libro del Tiempo Perdido, espero sea de su agrado... Buenas Lunas
Carlos Camaleón 

Parte Uno: Primer Viaje.
1
Jack encontró en la Ciudadela un área bloqueada por torres eléctricas. Vambrey había mencionado algo acerca de estas secciones secretas del complejo. Jack notaba que esas torres no fueron colocadas ahí desde un origen, sino que fueron llevadas e instaladas desde otros puntos en que se utilizaban, como la bahía destruida por los cambios climáticos ancestrales. En la Biblioteca no existían datos acerca de ésta zona, el ala este de la región. La intensidad de las torres había sido también modificada. Estaban al máximo, cualquier cosa que atravesara su perímetro se calcinaría por una descomunal descarga. Jack había preparado su cuerpo según todas las técnicas posibles y descubiertas hasta su tiempo. Entre los vampiros antiguos, había prácticas como el control del agua, el control del fuego, transformaciones en niebla o animales. Había una clase de control del rayo, cuyo maestro era un vampiro renegado de nombre Ananías. Vambrey lo conoció en medio oriente. De él aprendió cosas que el maestro Ken pudo perfeccionar. Hicieron un tomo del control de esos poderes. Jack se colocó frente a las torres e invocó su poder sobre la electricidad. Fuera del perímetro de las torres emergió su descarga y todas las torres, que eran 8, dirigieron su furia a las manos del vampiro. Jack redirigió los potentes rayos de regreso y las torres se fundieron. Jack, derrumbado, quemado, cayó en la inconsciencia.


2
Cuando cobró conciencia, estaba en la nieve, tirado y débil. Las torres habían caído. Apenas pudo incorporarse, fue andando casi a rastras al salón principal de sus aposentos. El palacio, donde nunca podría sobrevivir un ser humano sin un traje especial, le pareció cálido a comparación de las temperaturas exteriores. Fue a las jaulas de humanos, de estructura piramidal donde los humanos se  mantenían calientes y en estado de animación suspendida gracias a procesos electromagnéticos sobre su estructura biológica. Tomó a uno y no le dio tiempo de hablar, destrozó su garganta y bebió hasta la última gota. Tardó un poco en recuperarse para extraer otro espécimen más gordo y tragar su sangre. Cayó sentado al pie de una de las pirámides vacías. Con sus presas muertas al lado. Dos noches después se incorporó de nuevo y pudo dirigirse  a las torres destruidas. Estaban cubiertas de nieve, pues el invierno comenzaba. La helada puerta también debía tener trampas. Tomó su distancia y pudo agarrar un tremendo bloque de mármol de la parte de la ciudad que aun estaba en ruinas. Con toda su fuerza impactó la pesada puerta que apenas lanzó una especie de energía purpura, activó varios disparadores sobre la cúpula que coronaba el edificio. Rifles de un diseño complejo disparaban balas de un extraño fulgor. El pedazo de mármol estaba hecho añicos en segundos. Los rifles tenían detectores de movimiento y Jack comprobó que apenas pudo librarlos con su velocidad superior. Con máximo esfuerzo consiguió volar tan rápido para arrancarlos de sus bases desconectando todo el sistema en minutos. Velozmente trajo un par de bloques más. Los estrelló contra aquella puerta que resistió hasta que al ceder, dio paso a un par de gigantes de hielo. Realmente no estaban hechos de hielo sino que estaban cubiertos de hielo debido a tan bajas temperaturas. Los gigantes dormidos despertaban, eran autómatas enormes, del tamaño de 10 hombres y atacaron a Jack con no poca velocidad. Estaban electrificados, por lo que no se les podía tocar sin ser electrocutado. Manejaban fuerzas electromagnéticas, por lo que controlaban el metal y lo hacían flotar y atravesar el aire para destruir a su enemigo. Ken-san había enseñado a Jack a controlar esos poderes también. Polarizó a uno de los gigantes para hacerlo un imán. Con todo su esfuerzo logró cargarlo de tal forma que al ser contrario al otro chocaron y se neutralizaron uno al otro. La puerta estaba abierta. Jack lanzó el brazo desprendido del cuerpo de uno de los gigantes al fondo para probar si se activaba otra arma. Nada ocurrió. Fue por los cuerpos de los humanos de los que bebió recientemente y los aventó al interior del edificio. Una serie de disparos se activaron moliendo a balazos los cuerpos muertos de los hombres. Los rifles no estaban hechos de metal, sino de huesos tallados. Una excelente estrategia de una cultura superior y antigua. Jack no podía utilizar los poderes magnéticos pero sí su control sobre el fuego. Creó una bola de fuego concentrando su energía en el plexo solar, que emitió a su vez varios disparos que salieron en busca de las armas. Todas fueron destrozadas. Jack al fin pudo entrar.

3
Cuando entró, entre vapor y humo, las luces del lugar se encendieron. La parte oculta de la ciudad en la parte este cubría una construcción semejante a la megalítica. Un conjunto de piedras colocadas en un gran círculo que le recordó las piedras de Stonhenge. Había varias de estas figuras por todo el lugar.  Giró contemplando la primera estructura. Las enormes piedras debían pesar unas 50 toneladas, la fuerza muscular que debió colocarlas y el tipo de protecciones, no eran humanos. Esta zona era de la ciudadela original, pero fue descubierta por gente de la estirpe de Saulo. Fue sellada para que nadie entrara. Al fondo de la estructura, a través de uno de los huecos, divisó un vasto complejo de libros. Ahí estaba todo. La información sobre lo que eran esas antiguas estructuras de piedra sólida y de dimensiones humanamente imposibles de mover. Detrás de la estructura, varias cabezas enormes de hombres con nariz recta, ojos hundidos y labios entreabiertos lo contemplaban. Jack tomó los pergaminos con delicado cuidado. Eran escrituras antiquísimas combinadas con apuntes en libros recientes. Las anotaciones de Vambrey. Suspiró y se dedico a reconstruir la puerta. Con los meses aprendió a codificar las defensas. Tardó un año en entender el funcionamiento de los autómatas. Tardó otros seis meses en reprogramar  y reconstruir las armas. Descubrió que Vambrey utilizaba un sistema de detección genética a través de los ojos. Pudo reactivar el funcionamiento adecuado del salón. Pero tardó unos dos años más en entender el complicado funcionamiento de aquella maquinaria. Pudo entender que se trataba de una computadora cósmica, una de entre varias en un sistema que registraba el mundo entero. Las computadoras celestes gigantes estaban colocadas en puntos energéticos precisos del planeta, donde las propiedades naturales del cosmos dotaban de energía según los ciclos naturales a la Tierra. En estas computadoras se calculaban las estaciones del año, había 12 ciclos solares y aun no descifraba los lunares. El círculo tenía una unidad de longitud exacta,  de 2.720 pies. Todos estos óvalos, elipses y círculos, estaban basados en el triángulo de Pitágoras, aunque este hombre griego no había ni siquiera nacido cuando se construyeron.
Una de las computadoras era recta, como una calzada de piedra, que servía como un observatorio lunar. Cuando logró descifrar cómo activarlo, la imagen fue sorprendente. Pudo ver de manera holográfica, un paisaje, indeterminado, sólo por breves instantes estuvo ahí. Tal vez los antiguos crearon un proyector. Bajo estudios más completos, pudo conseguir una proyección más precisa. En su soledad estaba emocionado. Dedicó un año a los textos de Vambrey, pero notó que él nunca pudo ver lo mismo. Con los otros textos fue labor difícil traducir. Insistió más en los textos con diagramas, entendiendo un complicado sistema mediante el cual podría “enfocarse” una zona determinada del planeta.
Vambrey hablaba en sus notas y comparaciones con otros textos del descubrimiento del Calendario Lunar Universal, ya que en los orígenes del calendario usado por la corte egipcia el sistema empleado era solar y estelar, basado en la aparición simultánea del sol y de la estrella Sirius una vez al año, pero hay una tradición calendárica más antigua de carácter lunar de tiempo predinástico en la historia egipcia, en Mesopotamia los calendarios de las ciudades-estado de Sumeria eran también lunares. El mes sumerio se iniciaba con el primer creciente de luna y la duración de los meses variaba con el periodo lunar de 29 a 30 días –la misma falla encontrada entre los registros de la edad de piedra-, el calendario lunar también fue el primer sistema de las civilizaciones hindú y china; en América las primeras culturas tenían calendarios lunares, los Incas por ejemplo tenían un calendario solar oficial, pero las divisiones de su año en 12 meses sugieren la existencia de una tradición más antigua de cálculo lunar. En el Génesis 7 y 8 encontramos la crónica del diario de Noé del diluvio, los días de los meses así como los periodos que concede Noé se colocan en el esquema del calendario judío, 10 de las fechas registradas caen en el Sabbath judío, y señala el transcurso de un año solar de 365 días. No obstante el hecho más significativo es que el calendario judío, al igual que el calendario que usó Noé, está basado en un cálculo lunar de 354 días, como el calendario antediluviano.
Pensó en eso como la programación de una cinta magnética grabable. Había muchas formas de ver esas “cintas” en aquellas computadoras. Descifró por fin como calcular el momento exacto para ver una. Le parecía demasiado complicado aquello de esperar hasta cierta temporada para poder regresar al pasado, a un momento, como si uno tuviera que esperar a ver una fotografía actual en solo una época del año, pero debían tener motivos rituales para ello. Se empeñó en verlo de todos modos. Uno de los círculos medía la estación, otro el día, otro la hora, uno más la duración de la proyección y el último proyectaba la imagen. Estaban dos más sin uso, pues Jack todavía no descifraba su función aunque asumía que podía ser el minutero. Aquello era un gran reloj del tiempo cósmico. Muy bello. Cuando contempló la imagen, era solsticio de verano. La luz penetró hasta los círculos y tejía una serie de ángulos imprecisos hasta que se observaba lo que el libro decía. Una ciudad contemporánea de esta. Aunque podría ser posterior al congelamiento de los polos. Jack miraba la imagen fija de la ciudad, en una montaña. Según el libro de las imágenes, era la ciudad de Um, construida por la reina Na, con sus propias manos, como una diosa celeste. Los bloques enormes de piedra sobre la montaña, un santuario para ella y su amada Lilitu. La magnificencia de ese templo le hizo recordar libros de la Golden Down sobre ciudades misteriosas y reinos perdidos. Por lo que pudo comparar esta ciudad era Tiahuanaco, dos mil millas al oeste de la isla de Pascua. La emoción era grande, observar civilizaciones perdidas tal como fueron “filmadas” con el sistema de los antiguos, era hermoso. La ciudad de Tihuanaco como la llamaban hoy era Um, y en ella estaban la Reina Na y una pequeña corte de hombres vampiro protectores. Los humanos no podían llegar hasta ahí. Al fin consiguió ver una imagen viva de la mujer que construyó su actual hogar, la ciudadela. La proyección de distintos ángulos de la ciudad duró apenas una hora con cuarenta y cinco minutos veintitrés segundos. Y desapareció.

4
Jack Tunheim estaba listo para la siguiente proyección. Admiraba como un aficionado a las primeras proyecciones de cine, todo lo que veía.  Después contemplaría Nasca, Pascua, Teotihuacan, entre otras bellas ciudades del mundo antiguo. Tomaba notas de lo observado, hasta que descubrió lo insólito: mientras veía lo que parecía un documental de la construcción de otros sitios megalíticos, uno de los hombres vampiro lo miró. Sus ojos fijos le hablaron. Para el antiguo, Jack era un espíritu. Preguntó con la mente qué deseaba con verlos. Cambió la imagen demasiado rápido para responder. El corazón de Jack vibraba con fuerza, como una maquina a punto de estallar. Estaban vivos. Los que observaba estaban vivos.
¿Cómo sería posible que lo viera alguien que murió hacía miles de miles de años? Estudió con más gravedad y agudeza los textos, traducirlos ya no era un problema. Terminó con todos en dos años. Adquirió el conocimiento que ni Vambrey ni la supuesta Lilith tenían. Uno de los círculos era el que se encargaba de mostrar el mundo en distintos tiempos. Los antiguos descifraron el misterio de la cuarta dimensión. Observaban sus ciudades antiguas y predecían el futuro viajando en proyecciones al pasado. Los consejeros, un culto reservado a sacerdotes científicos, una forma avanzada de poder, que nosotros no teníamos, asesoraban a gente de otros tiempos como voces de espíritus, pero en realidad eran ellos, los que viajaban a través del tiempo susurrando con sus computadoras alimentadas por fuerzas cósmicas, a la gente del pasado.
Esos sacerdotes inmortales abandonaron a la reina Na, cuando el gran cataclismo. Sus otras computadoras a lo largo del planeta, de las cuales la humanidad actual no tiene explicación alguna, también fueron abandonadas. Sólo quedó intacta esta, congelada durante milenios. Jack estaba no ante un proyector, sino ante una maquina del tiempo.

Cumpliendo una cita en el Tiempo, presentamos el epílogo que conecta la novela Vampiros: Las Sagradas Escrituras con el siguiente libro que aparecerá en Octubre de 2012, El Libro del Tiempo Perdido, espero sea de su agrado... Buenas Lunas
Carlos Camaleón 

Parte Uno: Primer Viaje.
1
Jack encontró en la Ciudadela un área bloqueada por torres eléctricas. Vambrey había mencionado algo acerca de estas secciones secretas del complejo. Jack notaba que esas torres no fueron colocadas ahí desde un origen, sino que fueron llevadas e instaladas desde otros puntos en que se utilizaban, como la bahía destruida por los cambios climáticos ancestrales. En la Biblioteca no existían datos acerca de ésta zona, el ala este de la región. La intensidad de las torres había sido también modificada. Estaban al máximo, cualquier cosa que atravesara su perímetro se calcinaría por una descomunal descarga. Jack había preparado su cuerpo según todas las técnicas posibles y descubiertas hasta su tiempo. Entre los vampiros antiguos, había prácticas como el control del agua, el control del fuego, transformaciones en niebla o animales. Había una clase de control del rayo, cuyo maestro era un vampiro renegado de nombre Ananías. Vambrey lo conoció en medio oriente. De él aprendió cosas que el maestro Ken pudo perfeccionar. Hicieron un tomo del control de esos poderes. Jack se colocó frente a las torres e invocó su poder sobre la electricidad. Fuera del perímetro de las torres emergió su descarga y todas las torres, que eran 8, dirigieron su furia a las manos del vampiro. Jack redirigió los potentes rayos de regreso y las torres se fundieron. Jack, derrumbado, quemado, cayó en la inconsciencia.


2
Cuando cobró conciencia, estaba en la nieve, tirado y débil. Las torres habían caído. Apenas pudo incorporarse, fue andando casi a rastras al salón principal de sus aposentos. El palacio, donde nunca podría sobrevivir un ser humano sin un traje especial, le pareció cálido a comparación de las temperaturas exteriores. Fue a las jaulas de humanos, de estructura piramidal donde los humanos se  mantenían calientes y en estado de animación suspendida gracias a procesos electromagnéticos sobre su estructura biológica. Tomó a uno y no le dio tiempo de hablar, destrozó su garganta y bebió hasta la última gota. Tardó un poco en recuperarse para extraer otro espécimen más gordo y tragar su sangre. Cayó sentado al pie de una de las pirámides vacías. Con sus presas muertas al lado. Dos noches después se incorporó de nuevo y pudo dirigirse  a las torres destruidas. Estaban cubiertas de nieve, pues el invierno comenzaba. La helada puerta también debía tener trampas. Tomó su distancia y pudo agarrar un tremendo bloque de mármol de la parte de la ciudad que aun estaba en ruinas. Con toda su fuerza impactó la pesada puerta que apenas lanzó una especie de energía purpura, activó varios disparadores sobre la cúpula que coronaba el edificio. Rifles de un diseño complejo disparaban balas de un extraño fulgor. El pedazo de mármol estaba hecho añicos en segundos. Los rifles tenían detectores de movimiento y Jack comprobó que apenas pudo librarlos con su velocidad superior. Con máximo esfuerzo consiguió volar tan rápido para arrancarlos de sus bases desconectando todo el sistema en minutos. Velozmente trajo un par de bloques más. Los estrelló contra aquella puerta que resistió hasta que al ceder, dio paso a un par de gigantes de hielo. Realmente no estaban hechos de hielo sino que estaban cubiertos de hielo debido a tan bajas temperaturas. Los gigantes dormidos despertaban, eran autómatas enormes, del tamaño de 10 hombres y atacaron a Jack con no poca velocidad. Estaban electrificados, por lo que no se les podía tocar sin ser electrocutado. Manejaban fuerzas electromagnéticas, por lo que controlaban el metal y lo hacían flotar y atravesar el aire para destruir a su enemigo. Ken-san había enseñado a Jack a controlar esos poderes también. Polarizó a uno de los gigantes para hacerlo un imán. Con todo su esfuerzo logró cargarlo de tal forma que al ser contrario al otro chocaron y se neutralizaron uno al otro. La puerta estaba abierta. Jack lanzó el brazo desprendido del cuerpo de uno de los gigantes al fondo para probar si se activaba otra arma. Nada ocurrió. Fue por los cuerpos de los humanos de los que bebió recientemente y los aventó al interior del edificio. Una serie de disparos se activaron moliendo a balazos los cuerpos muertos de los hombres. Los rifles no estaban hechos de metal, sino de huesos tallados. Una excelente estrategia de una cultura superior y antigua. Jack no podía utilizar los poderes magnéticos pero sí su control sobre el fuego. Creó una bola de fuego concentrando su energía en el plexo solar, que emitió a su vez varios disparos que salieron en busca de las armas. Todas fueron destrozadas. Jack al fin pudo entrar.

3
Cuando entró, entre vapor y humo, las luces del lugar se encendieron. La parte oculta de la ciudad en la parte este cubría una construcción semejante a la megalítica. Un conjunto de piedras colocadas en un gran círculo que le recordó las piedras de Stonhenge. Había varias de estas figuras por todo el lugar.  Giró contemplando la primera estructura. Las enormes piedras debían pesar unas 50 toneladas, la fuerza muscular que debió colocarlas y el tipo de protecciones, no eran humanos. Esta zona era de la ciudadela original, pero fue descubierta por gente de la estirpe de Saulo. Fue sellada para que nadie entrara. Al fondo de la estructura, a través de uno de los huecos, divisó un vasto complejo de libros. Ahí estaba todo. La información sobre lo que eran esas antiguas estructuras de piedra sólida y de dimensiones humanamente imposibles de mover. Detrás de la estructura, varias cabezas enormes de hombres con nariz recta, ojos hundidos y labios entreabiertos lo contemplaban. Jack tomó los pergaminos con delicado cuidado. Eran escrituras antiquísimas combinadas con apuntes en libros recientes. Las anotaciones de Vambrey. Suspiró y se dedico a reconstruir la puerta. Con los meses aprendió a codificar las defensas. Tardó un año en entender el funcionamiento de los autómatas. Tardó otros seis meses en reprogramar  y reconstruir las armas. Descubrió que Vambrey utilizaba un sistema de detección genética a través de los ojos. Pudo reactivar el funcionamiento adecuado del salón. Pero tardó unos dos años más en entender el complicado funcionamiento de aquella maquinaria. Pudo entender que se trataba de una computadora cósmica, una de entre varias en un sistema que registraba el mundo entero. Las computadoras celestes gigantes estaban colocadas en puntos energéticos precisos del planeta, donde las propiedades naturales del cosmos dotaban de energía según los ciclos naturales a la Tierra. En estas computadoras se calculaban las estaciones del año, había 12 ciclos solares y aun no descifraba los lunares. El círculo tenía una unidad de longitud exacta,  de 2.720 pies. Todos estos óvalos, elipses y círculos, estaban basados en el triángulo de Pitágoras, aunque este hombre griego no había ni siquiera nacido cuando se construyeron.
Una de las computadoras era recta, como una calzada de piedra, que servía como un observatorio lunar. Cuando logró descifrar cómo activarlo, la imagen fue sorprendente. Pudo ver de manera holográfica, un paisaje, indeterminado, sólo por breves instantes estuvo ahí. Tal vez los antiguos crearon un proyector. Bajo estudios más completos, pudo conseguir una proyección más precisa. En su soledad estaba emocionado. Dedicó un año a los textos de Vambrey, pero notó que él nunca pudo ver lo mismo. Con los otros textos fue labor difícil traducir. Insistió más en los textos con diagramas, entendiendo un complicado sistema mediante el cual podría “enfocarse” una zona determinada del planeta.
Vambrey hablaba en sus notas y comparaciones con otros textos del descubrimiento del Calendario Lunar Universal, ya que en los orígenes del calendario usado por la corte egipcia el sistema empleado era solar y estelar, basado en la aparición simultánea del sol y de la estrella Sirius una vez al año, pero hay una tradición calendárica más antigua de carácter lunar de tiempo predinástico en la historia egipcia, en Mesopotamia los calendarios de las ciudades-estado de Sumeria eran también lunares. El mes sumerio se iniciaba con el primer creciente de luna y la duración de los meses variaba con el periodo lunar de 29 a 30 días –la misma falla encontrada entre los registros de la edad de piedra-, el calendario lunar también fue el primer sistema de las civilizaciones hindú y china; en América las primeras culturas tenían calendarios lunares, los Incas por ejemplo tenían un calendario solar oficial, pero las divisiones de su año en 12 meses sugieren la existencia de una tradición más antigua de cálculo lunar. En el Génesis 7 y 8 encontramos la crónica del diario de Noé del diluvio, los días de los meses así como los periodos que concede Noé se colocan en el esquema del calendario judío, 10 de las fechas registradas caen en el Sabbath judío, y señala el transcurso de un año solar de 365 días. No obstante el hecho más significativo es que el calendario judío, al igual que el calendario que usó Noé, está basado en un cálculo lunar de 354 días, como el calendario antediluviano.
Pensó en eso como la programación de una cinta magnética grabable. Había muchas formas de ver esas “cintas” en aquellas computadoras. Descifró por fin como calcular el momento exacto para ver una. Le parecía demasiado complicado aquello de esperar hasta cierta temporada para poder regresar al pasado, a un momento, como si uno tuviera que esperar a ver una fotografía actual en solo una época del año, pero debían tener motivos rituales para ello. Se empeñó en verlo de todos modos. Uno de los círculos medía la estación, otro el día, otro la hora, uno más la duración de la proyección y el último proyectaba la imagen. Estaban dos más sin uso, pues Jack todavía no descifraba su función aunque asumía que podía ser el minutero. Aquello era un gran reloj del tiempo cósmico. Muy bello. Cuando contempló la imagen, era solsticio de verano. La luz penetró hasta los círculos y tejía una serie de ángulos imprecisos hasta que se observaba lo que el libro decía. Una ciudad contemporánea de esta. Aunque podría ser posterior al congelamiento de los polos. Jack miraba la imagen fija de la ciudad, en una montaña. Según el libro de las imágenes, era la ciudad de Um, construida por la reina Na, con sus propias manos, como una diosa celeste. Los bloques enormes de piedra sobre la montaña, un santuario para ella y su amada Lilitu. La magnificencia de ese templo le hizo recordar libros de la Golden Down sobre ciudades misteriosas y reinos perdidos. Por lo que pudo comparar esta ciudad era Tiahuanaco, dos mil millas al oeste de la isla de Pascua. La emoción era grande, observar civilizaciones perdidas tal como fueron “filmadas” con el sistema de los antiguos, era hermoso. La ciudad de Tihuanaco como la llamaban hoy era Um, y en ella estaban la Reina Na y una pequeña corte de hombres vampiro protectores. Los humanos no podían llegar hasta ahí. Al fin consiguió ver una imagen viva de la mujer que construyó su actual hogar, la ciudadela. La proyección de distintos ángulos de la ciudad duró apenas una hora con cuarenta y cinco minutos veintitrés segundos. Y desapareció.

4
Jack Tunheim estaba listo para la siguiente proyección. Admiraba como un aficionado a las primeras proyecciones de cine, todo lo que veía.  Después contemplaría Nasca, Pascua, Teotihuacan, entre otras bellas ciudades del mundo antiguo. Tomaba notas de lo observado, hasta que descubrió lo insólito: mientras veía lo que parecía un documental de la construcción de otros sitios megalíticos, uno de los hombres vampiro lo miró. Sus ojos fijos le hablaron. Para el antiguo, Jack era un espíritu. Preguntó con la mente qué deseaba con verlos. Cambió la imagen demasiado rápido para responder. El corazón de Jack vibraba con fuerza, como una maquina a punto de estallar. Estaban vivos. Los que observaba estaban vivos.
¿Cómo sería posible que lo viera alguien que murió hacía miles de miles de años? Estudió con más gravedad y agudeza los textos, traducirlos ya no era un problema. Terminó con todos en dos años. Adquirió el conocimiento que ni Vambrey ni la supuesta Lilith tenían. Uno de los círculos era el que se encargaba de mostrar el mundo en distintos tiempos. Los antiguos descifraron el misterio de la cuarta dimensión. Observaban sus ciudades antiguas y predecían el futuro viajando en proyecciones al pasado. Los consejeros, un culto reservado a sacerdotes científicos, una forma avanzada de poder, que nosotros no teníamos, asesoraban a gente de otros tiempos como voces de espíritus, pero en realidad eran ellos, los que viajaban a través del tiempo susurrando con sus computadoras alimentadas por fuerzas cósmicas, a la gente del pasado.
Esos sacerdotes inmortales abandonaron a la reina Na, cuando el gran cataclismo. Sus otras computadoras a lo largo del planeta, de las cuales la humanidad actual no tiene explicación alguna, también fueron abandonadas. Sólo quedó intacta esta, congelada durante milenios. Jack estaba no ante un proyector, sino ante una maquina del tiempo.

martes, 30 de agosto de 2011

UNA NUEVA NOVELA DE VAMPIROS!!!!!!



La Portada diseñada por Aydeé Bravo Castellanos


 SABADO 12 DE NOVIEMBRE 3:30 pm Presentación del libro Vampiros: Las Sagradas Escrituras de Carlos Camaleón con la presencia de Aydeé Bravo y del Doctor Daniel Rodríguez
  dentro del marco de actividades de la 6ta Feria del Libro Dark
y géneros alternativos en el Centro de Azcapotzalco


"La niña rezaba con las mejillas frías, el jardín era blanco y la lluvia helada descendía sobre todo lo existente. Dios creó a Lilith y con ella a la primera raza. Ada y Zila formaron la segunda. Llegará la noche de todas las noches. La Tierra se congelará y el mundo será otra vez oscuro anunciado por un Dragón de agua. La sangre volverá a la Madre y yo estaré ahí, diez veces mil. La niña cerró los labios. Estaba congelada. Sin embargo no había bajado los párpados. Miraba sin mirar el mundo. Estaba muerta. Acechando."

“Profecía de Lilitu”, extraído del Testamento de Lilitu



El autor mexicano con más libros publicados en el tema del vampirismo, Carlos Camaleón, entrega una novela completamente diferente a lo que prefieren las grandes editoriales y los autores bestselleros. 
Vampiros: Las Sagradas Escrituras nos habla de los orígenes de los vampiros con una amplia documentación en culturas antiguas y sus referentes bíblicos. Desde la Creación; la Era en que el mundo estaba dividido por dos grandes naciones en los casquetes polares; la época de las plagas de Egipto en que el mismo Nilo fue convertido en Sangre hasta la era de Cristo en donde los altos iniciados de diversas partes del mundo comienzan una carrera por descifrar el misterio de beber la sangre del hijo de Dios, logrando así diversas especies de criaturas inmortales.

Contemplaremos múltiples versiones del nacimiento de grandes y poderosas encarnaciones del vampiro antiguo como Los Hijos del Nilo, los descendientes del rey Vykram en India; La Estirpe de Saulo, un soldado romano que bebe la sangre del mismo Cristo; Los Hijos de Lázaro, creados por el resucitado; el destino oscuro de los "magos" venidos de oriente a contemplar el nacimiento del hijo de Dios; entre otros puntos de referencia. Personajes de otras obras de Camaleón se integran en ésta historia, tal es el caso de Jack Tumheim que ya había aparecido en El Abismo se ha roto"; homenajes a distintas obras de la ficción vampírica como es el caso de Drácula, al incluir personajes como Arminius Vambrey dentro de este nuevo universo o al propio Bram Stoker, son parte de la trama.

En Vampiros: Las Sagradas Escrituras contemplaremos bebedores de sangre vikingos, celtas, griegos, africanos, romanos, latinoaméricanos, noruegos, ingleses, alemanes, egipcios, hindúes, japoneses, entre otras nacionalidades, cercanos a los mitos y culturas originales de referencia. 

Para los lectores que ya hayan leído la novela puede servir de referencia la siguiente concordancia entre las obras de Carlos Camaleón, con la finalidad de seguir, si bien no sagas, si una continuidad simultanea en distintos libros, que nos lleva de una época contemporánea a pasado y futuro de los personajes.


Para comenzar, en el libro de cuentos Vampiros y otras adicciones, se muestra el destino final de los personajes sobrevivientes de La Profecía de Lilitu en el cuento El Arca Interestelar de los Vampiros; así mismo vemos una historia de Ambar en un futuro cercano a nosotros en Muerte Artificial; mientras que Ana, la creadora de Roman, el protagonista de El Eterno Seductor, no es otra que Zillah, como se revela en el tomo II de Vampiros y otras adicciones. El ladrón de la edad es otro cuento que se incluye en Vampiros y otras adiciones que después tiene una continuación publicada en solitario de nombre El Horror de las Asesinas Suicidas, para seguir con las intervenciones de las hijas de Lilith. El último texto incluido en el tomo II nos muestra el mundo que previene Lilith, las Historias de un mundo sin luz, del cual se alejaron el resto de los vampiros con tal de buscar un destino en las estrellas.

En la novela corta Engendros, aparece el villano Kuno Varsi, rival de Saulo, quien termina muriendo a manos del oscuro vampiro de origen africano en Kerala, India; por lo que puede resultar de especial interés para los lectores de Las Sagradas Escrituras. 
Como ya hemos mencionado, en El Abismo leemos una aventura de Jack Tumheim en México, apoyando a Mónica en una Space Opera bastante extraña; mientras que en Senda de Luz Ciega, admiramos a Zillah en todo su esplendor creando vampiros en México.

La Continuación a Vampiros: las sagradas Escrituras ya está en proceso creativo, deparando muchas sorpresas para complementar lo iniciado en éste tomo de auténtica colección. Desde ahora podemos adelantar que se trata de una trama completamente diferente en donde Jack vuelve a ser el protagonista (por extraño que les pueda parecer a los lectores que ya saben el final de Vampiros: Las Sagradas Escrituras) y nos muestra nuevas facetas de los vampiros de manera muy intensa y vivencial, en donde la acción predomina.

Próximamente publicaremos fragmentos de la novela y reseñas.
 Ahora los dejamos con el prólogo a la obra, original de Natalia Méndez Huerta...


Tomad y Comed

Prólogo a Vampiros: Las Sagradas Escrituras


En 2005 escribí el prólogo a la primera edición de Vampiros y otras adicciones, en el que pude analizar y describir algunas singularidades sobre la obra de Carlos Camaleón. Hoy noche, me sorprendo cuando a mi correo electrónico llega una novela que comienza en Londres y que en gran medida versa sobre un personaje que es un traductor de lenguas muertas; ya que actualmente radico en Inglaterra y vivo de mi trabajo de traducción. Tales condiciones pueden sugerir un gusto subjetivo, que sin duda interviene en esta presentación. Diré para comenzar que aun cuando se lee en las siguientes páginas un todo orgánico que sostiene la trama, también se lee una gran cantidad de cabos sueltos, de personajes ricos en profundidad y que se descubre, han crecido cada uno, en sus propias ficciones. Algunas secuelas o historias relacionadas al futuro de lo que leemos en Vampiros: Las Sagradas Escrituras, ya habían sido publicadas en Vampiros y otras adicciones, tomos 1 y 2. Entre todos estos textos, destaca El Arca Interestelar de los Vampiros, en donde Kurl y muchos de los vampiros de este universo, sobrepasan la profecía del Testamento de Lilitu. Así mismo, descubrimos el destino final de Saulo, en la novela Engendros, en donde Kuno Varsi, que misteriosamente no es protagonista en este libro, es el villano principal. En El Abismo se ha roto, también reencontramos a un personaje de éste libro, Jack Tunheim, en una faceta muy distinta. Crear un concepto relacionado a los textos bíblicos, no es una innovación, pero si un atrevimiento. A muchos encantan ideas “nuevas” o retomadas sobre temas tabú tales como La teoría de que Judas Iscariote no era traidor, sino que en realidad complementaba los designios de Jesús, como se desarrolla ampliamente en el Evangelio apócrifo de Judas; en los Evangelios de la Biblia, aunque se declara con claridad que su actuación fue de traición: Mateo 26: 20 – 25; Marcos 14: 17 – 21; Lucas 22: 21 – 23 particularmente severo es Juan 13: 21 – 30; así mismo, la sola declaración de Tomad y Comed del Sangre y Cuerpo de Cristo como se lee en   Mateo 26: 17 – 29; Marcos 14: 12 – 25: Lucas 22: 31 – 34; 1 Corintios 11: 23 – 26; se vuelven claras referencias a lo vampírico en las religiones derivadas del cristianismo.


En las letras mexicanas apenas hay insinuaciones sobre personajes o situaciones de la Biblia en relación a los vampiros. Por otra parte, la influencia de ficciones como la de los juegos de rol, es muy marcada en las personas que se aficionan al tema del vampirismo, sin embargo, no hay aun una ficción interesada en desarrollar al origen del vampirismo con datos realistas, con investigación de fondo, como la que tiene el lector en sus manos.  En este libro se rompe la idealización de un relato “platicado”, como pasa en varias sagas de vampiros, en donde el protagonista, ante casi cualquier pretexto, vierte TODA su historia o el origen de los vampiros sin que en la conversación se le interrumpa o el interlocutor opine si no es para reflexionar al final o para interceder en algún punto crucial para el escritor. Este texto tiene los defectos de las conversaciones auténticas: diferencias de estructura y continuidad, voces diferentes para cada personaje y por supuesto, no utiliza como recurso narrativo, un solo pretexto. Esto deja abierta la puerta no sólo a una línea de lectura sobre el origen bíblico de los vampiros, sino que nos hace evidente que hay muchas líneas de lectura, cada personaje cree en algo diferente, varios contemplan distintos orígenes,  incluso hay algunos que desacreditan a otros, y hay también los que ni siquiera creen en los orígenes bíblicos como los únicos. Kurl será la voz principal, el narrador omnipresente, pero se sabe de antemano que es una apreciación subjetiva de la historia.
Para muchos lectores tal vez pueda ser raro que el personaje principal no cumpla con el estereotipo del  “héroe elegido” tan común en las historias relacionadas a terror, ciencia ficción y fantasía. El héroe elegido, normalmente es un personaje común y corriente que se entera por algún medio de que tiene una misión en la vida y aun a pesar de no contar con la preparación suficiente, un maestro lo habrá de entrenar para que cumpla su destino. Si entendemos a Jack como un iniciado, comprenderemos mejor porque no se asombra ni reniega de su destino. Es, a diferencia de un héroe predestinado, un héroe que se ha preparado toda la vida para aceptar su destino. Es sabio y no impetuoso, es arriesgado, más no imprudente. Los retos y desafíos los cumple con devoción y no por obligación. Es un personaje que luce más por su capacidad mental y espiritual para usar sus nuevas habilidades vampíricas, que por su conversión en vampiro en sí misma.

En la obra se transgreden las grandes premisas de las novelas de vampiros actuales: no hay una gran historia de amor como tesis romántica que justifica la trama; no hay un interés predominante sobre la “conversión” del humano a vampiro; no se observa al vampiro como un ente de terror sino que se exploran posibilidades históricas cercanas al quehacer filosófico; y finalmente no hay una versión “unitaria” o una verdad absoluta de los orígenes de los vampiros.
Leer este volumen, no es como pensar en un mundo aparte en donde ocurren los sucesos ficticios, es una invitación a conjugar nuestras creencias sobre un “mundo real” con el “mundo posible” de los Vampiros. Lo cual tampoco otorga valor alguno a los fanfarrones y charlatanes que a todo momento podemos ver en Internet, en un programa de televisión o en un evento de los que el propio Carlos organiza en el underground de la Ciudad de México; para afirmar que se es un vampiro, o que un vampiro nos cuenta su historia, se necesitan más que colmillos y capitas, se necesitan conocimientos.
De cualquier manera, el presente volumen no deja de ser un episodio de una trama más grande, no hay que olvidar que precisamente en las Sagradas Escrituras, hay libros que cuentan las mismas historias desde diversa óptica, por ejemplo Levítico con Deuteronomio, I y II de Samuel, con I y II de Reyes, y con I y II de Crónicas, los Evangelios, Etc.
Al leer el final (y no les revelo nada con esto) tuve que reclamar a Carlos el siguiente libro, que ha prometido enviar próximamente. Como si se tratara de sueños oscuros, el autor nos lleva por caminos laberínticos, dejando claro que estos sueños oscuros, bien podrían ser tus recuerdos olvidados.

Natalia Méndez Huerta, julio 2011.